[vc_row][vc_column][vc_column_text]Bueno, atrás quedaron las celebraciones familiares, el pavo, el bacalao y los dulces varios que hemos podido disfrutar en las pasadas semanas.

Algunos han podido disfrutar de unas vacaciones, aunque en ITA no descansamos para ofrecer a los clientes las traducciones que necesitan.

Hoy vamos a hablar de uno de los tipos de textos que traducimos. En este caso, nos centraremos en los textos escritos, porque como sabemos, la traducción y la interpretación presentan retos distintos.

En ITA, nuestra experiencia y la diversidad de los campos en los que operan nuestros clientes nos han permitido conocer en profundidad campos muy diferentes y hoy nos centraremos en uno de ellos: el marketing.

La traducción de marketing presenta las dificultades que se pueden encontrar en cualquier otra variedad, pero también tiene sus particularidades. Por ejemplo, en España es frecuente que se soliciten traducciones de textos publicitarios al inglés, traducciones al francés o al alemán. Esto se debe a que muchos empresarios se han dado cuenta de que, a pesar de que operan en el territorio español, su público objetivo no se limita a hispanohablantes.

Es el caso del sector turístico, por ejemplo, un mercado que acaba de romper la barrera de los 75 millones de turistas extranjeros en 2016[1]. Tanto si se trata de empresas que trabajan en España pero tienen hoteles u ofrecen servicios en el extranjero como si son promotoras que construyen viviendas de lujo en la costa española o en otras zonas de interés turístico, muchos de los agentes que intervienen en este sector se ven en la necesidad de traducir sus campañas de marketing al inglés, al francés o al alemán.

En ese momento, surge un dilema que está presente para muchos sectores, pero que en el caso de la publicidad es, si cabe, más visible: la necesidad de atraer al público objetivo.

En los años que llevamos trabajando con este sector, hemos tenido ocasión de darnos cuenta de las enormes diferencias que se plantean entre el público anglosajón, alemán, francés, italiano y español, que son algunos de los mercados que más trabajamos. Esto supone que las campañas no se pueden traducir palabra por palabra, sino que en ocasiones hay que enfatizar, sea con el vocabulario, sea con la forma de expresar las ideas o bien destacando visualmente partes del texto, un determinado concepto por encima de todos los demás.

Otro factor crucial en este tipo de traducciones es, por supuesto, el estilo. En publicidad, la segmentación de los clientes es clave. Esto exige conocer muy bien al público objetivo, también cuando trasladamos los contenidos a otros idiomas. Nuestro traductor de francés, por ejemplo, primará las voces más formales («vous») sobre las coloquiales en la mayoría de los casos, en tanto que nuestro traductor de inglés tendrá que preocuparse de utilizar la puntuación y las expresiones idiomáticas de forma que se refleje un tono más formal o más distendido de un solo vistazo.

Buena parte de lo que traducimos para este sector se dirige directamente a los países desde donde vendrán los turistas (países de origen), por lo que es absolutamente crucial que nuestros traductores sean nativos de esos países, para que conozcan de primera mano la psicología del comprador y sepan qué cosas no son aceptables en sus mercados, porque un error de interpretación en una traducción puede conllevar consecuencias importantes para nuestros clientes. De ahí la importancia de contar siempre con los mejores profesionales, con experiencia demostrada en este ámbito.

En este tipo de traducciones, una fase importante consiste en la revisión de los artes finales. Cuando nuestro cliente ha terminado de montar las traducciones en lo que será el formato definitivo y antes de que las mande a imprenta, es necesario que validemos su montaje y verifiquemos que los maquetadores que, lógicamente, no tienen por qué hablar otros idiomas, hayan puesto cada tilde en su sitio, que no hayan cortado las palabras donde no deben o que, por ejemplo, hayan puesto un titular entero destacado, sin cortarlo a la mitad.

Se trata de una revisión fina, destinada a que los clientes saquen el máximo partido a su inversión en publicidad y a facilitarles en lo posible todo el proceso de comercializar sus productos entre un público que quizás no sea el público original de sus empresas.

Como se puede ver, la traducción publicitaria es una categoría en sí misma, que merece un tiempo y una dedicación particulares y que no está al alcance de todo el mundo. Además, los procesos de revisión son tan importantes como puedan serlo en el caso de los textos legales porque, aunque a primera vista podría parecer que un anuncio no tiene la categoría o la importancia de un contrato, lo cierto es que la publicidad es uno de los engranajes más importantes para el crecimiento o estancamiento de las empresas, sobre todo en sus ambiciones de alcanzar mercados foráneos.

[1] http://www.elconfidencial.com/economia/2017-01-12/espana-supera-los-75-millones-de-turistas-extranjeros-en-2016-con-un-gasto-record_1315605/[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]